martes

impasse

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Ningún David Lynch nos filmó
fregando las viejas zapatillas 
con la certeza
de que las cosas seguían existiendo detrás nuestro.

Ahora puedo fumar
y colgar
todos los dibujos que hicimos 
en los parques alambrados,
entre muros blancos, sanos, perfectos.

Ahora también puedo
tomar café
y pensar
que a esta altura de la vida
ya debería saber algunas cosas,
que a esta altura de mi vida
ya debería acariciar algunas cumbres.


Reclino la cabeza, dejo que suba la esperanza
mientras recuerdo
un paso sobre el aire
y los falsos escalones.






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4 comentarios:

  1. Qué hermosa entrada, me gusta cuando escribes y más cuando lo compartes =)

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  2. ¿Será algún rasgo genómico esto de armar castillos de naipes con escalones de aire?
    En todo caso, el gusto siempre es leer.

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  3. Gracias por los comentarios. Me hacen bien.

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